El pasado domingo hice una escapada a Portugal. Un país que siempre he adorado por su cultura, su gastronomía y su arquitectura. Visité dos lugares a los que jamás había ido. Primero hicimos una parada en Ponte de Lima al norte, cerca de Viana do Castelo. Uno de los pueblos más antiguos de Portugal y en el que podrás visitar su precioso e impresionante puente romano, que une ambas partes del pueblo. Además, encontrarás otros atractivos lugares como la exposición de jardines, iglesias de lo más bonitas y edificaciones medievales. Sin duda, me quedo con el puente y el río. En la ribera no faltaban múltiples familias que van a pasar el día tomando el sol, bañándose y haciendo deportes acuáticos.
A priori el plan de viaje era mucho más extenso, pero finalmente y por falta de tiempo nos decantamos por ir a almorzar a Oporto. Una de las ciudades más bonitas de todo el país y que estaba plagada de turistas. Había miles de personas recorriendo sus calles, lo que me dio una perspectiva multicultural muy interesante.
Decidimos parar en el centro de la ciudad. Comimos en un restaurante del casco viejo. Si habéis ido a Portugal sabréis que se come estupendamente. En mi caso me decante por un atún a la plancha que estaba de muerte. Y si la comida está exquisita los postres son una auténtica delicia. Con los más de treinta grados no pudimos dejar paras la oportunidad de tomar helado de canela con ovos moles (una especialidad de esta zona de Portugal).
Luego decidimos visitar la estación de tres de una belleza suprema. Me habría quedado allí durante horas. Era como estar en una película de principios de siglo. En las imágenes que sigue observaréis lo impresionante que son los murales y techos que recorren el hall y sus hermosos ventanales.
A continuación, visitamos la Iglesia dos Clérigos. Una preciosa edificación cuyo juego de luces me cautivó. Debido a la gran cantidad de gente no pudimos visitar la Torre de los Clérigos. La próxima vez será.
Pero si hay algo que realmente me fascinó fue la Livraria Lello. Realmente quise ir a Oporto para visitar dicha librería. Principalmente porque se dice que J.K. Rowling se inspiró en sus escaleras apara crear las escaleras de Hogwarts en su etapa como profesora en dicha ciudad. Y no me extrañaría que así fuera, porque cuando entras en Lello es como si estuvieses en otra época. La madera labrada que recorre los dos pisos del establecimiento son una maravilla. Una recargado escenario cuyas escaleras son las protagonistas. Y luego está la vidriera que decora el techo y que baña de luz toda la segunda planta.
Esta fue la zona más abarrotada de gente de toda la ciudad. Por si os interesa, la entrada cuesta 5€ y te hacen descuento si compras algún libro. hay ediciones estupendas de grandes clásicos en muchos idiomas, además de novedades editoriales. Si has soñado con pisar la escuela de magia más famosa de la literatura, te recomiendo que te pases por la Livraria Lello porque te sentirás como en Hogwarts.
Y recordad que Yo blogueo en London y tú en...
PATRICIA LONDON
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