Seguro que si eres un gran lector te has encontrado alguna vez con ese momento en el que no tienes sitio donde meter tantos libros. Libros que vas acumulando con los años y que parecen invadir tu casa poco a poco.
Hace unos años que no compro apenas libros en papel. El motivo principal es que no tengo donde colocarlos. Por lo que los que ya no me interesan desde el año pasado los he guardado en cajas y los he metido en un armario. Sin embargo, esto de guardarlos no me convencía del todo. Son libros que sé que no voy a releer o que ya no me interesan. Me han cambiado los gustos y la verdad creo que privar a otros de disfrutar de una buena lectura no es lo adecuado. Así que he tenido la genial idea de donarlos. Sé que se pueden vender, y he probado eso de colgarlos en la red. Pero a la gente no le han interesado. Por lo que he terminado donándolos a la biblioteca pública. Lo único que te piden es que estén nuevos o seminuevos. Y en mi caso, todo el que me conoce sabe que ni siquiera parece que los he tocado.
Ahora sé que mis libros serán de utilidad para muchos otros. Sobre todo los de carácter más infantil. Espero que alguno de ellos enganche a los más pequeños al fantástico mundo de la imaginación.
Y recordad que Yo blogueo en London y tú en...
PATRICIA LONDON
¡Hola!
ResponderEliminarMe parece una buena idea. Yo por ahora, aunque me queda mucho espacio, estoy intentando vender o intercambiar libros que ya no quiero, por ahora ya me he librado de uno.
¡Nos leemos!
Lua.
Tampoco es mala idea. Gracias por comentar.
EliminarUn saludo.